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jueves, 5 de febrero de 2015

Parte X: Kuillur y Duciru se Convierten en Astros

EL ORIGEN DE LA ESTRELLA MATUTINA Y VESPERTINA

Después de haber matado al Amarun “Anaconda”,  Anga “Águila”  y a los Pumas que tanto daño habían hecho a los humanos, cierto día que iban caminando por la selva, se preguntaron:
¿Dónde podemos ir ahora? los gemelos al mismo tiempo diciendo, dijeron ¿vamos al cielo?
Entonces para ello prepararon bastante leña de Wama y Matiri “guadua o bambu” le prendieron fuego. Y el humo de esta hoguera subió hasta el cielo en espirales que luego se convirtieron en peldaños de una gran escalera por la que empezaron a subir Kuillur y Duciru.
Ya en lo alto, en un momento dado se divide la escalera en dos. Como resultado de esto. Duciru se fue al Oriente por donde sale el sol y Kuillur hacia el Occidente por donde se oculta el sol.
Por eso, al amanecer, a la hora del alba, entre cantos y trinados de aves, vemos a Duciru convertido en una estrella muy resplandeciente. Alumbra claramente, anunciando la luz de un nuevo día que se aproxima.
Y al atardecer, a la hora vespertina, cuando las sombras de la noche empiezan a extender su manto sobre la tierra, entre sonidos agudos y ruidos estridentes y monótonos de cigarras y chicharras, vemos a Kuillur en el occidente, también convertido en una brillante estrella. Dando sus últimos rayos de luz, anunciando la hora de irnos a descansar.

Así culminan las aventuras de Kuillur y Duciru que cuentan los abuelos. De aquellos gemelos que ayudaron a nuestros antepasados a librarnos de esas bestias gigantescas para que nosotros y nuestros hijos viviéramos mejor, sin sufrir tantas angustias y peripecias en la selva. 

Parte IX: Kuillur y Duciru Abandonan a su Abuela Puma

EL ORIGEN DEL UBIN

 Los gemelos Kuillur y Duciru, un poco antes de regresar al cielo sembraron algunas hectáreas  de maíz en un solo día ya que ellos eran muy fuertes y poseían grandes  poderes. Cuando llego el momento de la cosecha invitaron a la abuela puma quien les había criado desde muy niños, para que ayudara a recoger las mazorcas de maíz, para esto le llevaron al centro de la chacra donde empezaron la ardua labor de recolección, en tanto que la abuela estaba entretenida en la cosecha los gemelos le dijeron que iban  a regresar y que más tarde la pasarían llevando  a la casa. Hasta eso ellos iban de casería a la selva.
La intención de los gemelos  era clara, abandonarla para siempre, para este cometido, mientras salían del maizal iba borrando sus huellas. Para que la abuela puma no pudiera salir de la chacra.
Ya en la tarde y con la cosecha de maíz ya lista.  La abuela esperaba a los gemelos, pero ellos no llegaban, entonces empezó a desesperarse y a  gritar llamando a los gemelos kuillur, Duciru, kuillur, Duciru…. Mientras se ocultaba el sol, aquella noche era de luna llena y los gritos de la abuela puma eran cada vez más continuos, entonces  la abuela, entre tanto griterío empezó ha convertirse en sapo e inicio a croar con un singular sonido ub, ub, ub, ub.


Parte VIII: Kuillur y Duciru Derriban el Árbol de los Peces

EL  AICHA YURA

 Cierto día los mellizos Kuillur y Duciru fueron de visita a la casa de Mangla para solicitarle comida. Este les brindo chicha y chonta, de yuca y algunas frutas del monte. Cuando al tiempo de haber caminado un buen trecho entre conversas, los gemelos se fijaron que en una esquina del tambo había algunas escamas de pescado. Indagaron sobre el lugar de la pesca y Mangla les indico que en una quebrada cercana, con ishinga y wami en mano se dirigieron hasta el lugar. Ya en la quebrada no encontraron nada. Kuillur y Duciru propinaron una larga paliza al mentiroso hasta que declare la verdad. Ya casi moribundo les narro que por las montañas de los Guacamayos crecía un árbol tan grueso y gigante que en su copa soporta una laguna poblada de miles de peces, animales y aves.
Los visitantes presionaron para que los lleve hasta el lugar exacto donde crecía el maravilloso árbol.
Mangla y los gemelos iniciaron la marcha. Recorrieron chaquiñanes, sortearon pantanos, vieron una gran boa dormida; manchas de zuro se incrustaron en sus ojos. El frio se hacia mas intenso. Por fin llegaron al sitio donde se erguía el gigantesco árbol.
Los gemelos ayunaron y bebieron ayawaska durante tres días para descubrir la forma de derribarlo. Nada vieron en este viaje hacia lo misterioso y sobrenatural.
Pidieron ayuda a los animales. Trompeteros, paujiles, guatusas, pajaros carpinteros, quindes y armadillos trabajaron hasta el agotamiento en largas jornadas de sol a sol. Los turnos eran seguidos y sin periodos de descanso. El tronco fue limpiamente cortado… pero el árbol no caía.
Un garrapatero que por allí pasaba se a cerco a un gemelo y le informo al oído que el misterio no está abajo sino arriba. Graznando esto se elevó ante una estela de luto.
El gemelo tomo un brebaje de hojas y raíces acompañado de unas cuantas palabras mágicas se convirtió en “taula chupa” ardilla de inmediato trepo a la copa del árbol ya arriba quedo sorprendido ante una hermosa laguna.
Un bejuco que sobresalía del centro de la laguna subía vertical hasta el infinito.
Inmediatamente la ardilla se lanzo al agua; nadó ágil y rápidamente hasta el bejuco y con sus afilados colmillos lo corto sin gran esfuerzo.
El árbol cayó al suelo.
El agua de aquella laguna se desparramo por doquier. Algunas piedras se partieron y los peces nadador en las vertientes naturales que buscaban un cauce permanente.
Las aves y toda clase de animales se refugiaron en la selva, allá donde los ríos se hacen anchos y navegables.


Autor: Extraído  del libro “Cuentos y Leyendas de Napo” 1993

Parte VII: Kuillur y Duciru Matan una Enorme Aguila “Anga”

EL AGUILA “ANGA” GIGANTE DEL MISAHUALLI

Después de haber matado al Amarun (Anaconda),  los  dos hermanos  se pusieron a  caminar por la selva;  a  veces ayunaban como hacen  Ios Yachaks, dejaban de reír, dejaban de hablar;  algunas  veces tomaban Ayawaska para disponerse a sanar a los enfermos y visitaban  de uno en uno todos los pueblos. Estando en uno de ellos supieron que una enorme Anga “águila” bajaba  del cielo y cobraba víctimas  de entre la población, no solamente niños o mujeres, sino también hombres adultos. Kuillur y Duciru se propusieron entonces, a petición  de   los habitantes, matar a este terrible enemigo; se metieron dentro de sendas redes tapándose con lo que encontraron a mano. Se dejaron colgar de dos grandes árboles sobre el comedero del anga “águila”. Cuando llegó ésta, al darse cuenta de estos dos envoltorios, quiso sacar del interior a los dos hermanos sin ningún resultado. El águila entonces, luego de haber dormido, cogió una red y, colgada de su e norme pico, la llevó a  depositar sobre una  nube: regresó a la  tierra.
Un diablillo enano llamado uchutikan “duende” que asoma cuando lluever llego donde estaba Kuillur; este le pregunto: Acaso  tu vienes de la Tierra? Si es así devuélveme a ella puesto que un enorme águila me trajo a esta nube;  por favor llévame a la tierra. Uchutikan conmovido por los  ruegos, le dijo: Está bien,  abrásate a mi cuello, yo te llevaré pero cierra los ojos;   cuando yo silbe tres veces, te desprendes  de mi cuello y pisas el suelo; no abras los ojos ni te sueltes antes de que yo  te dé la señal convenida. Co­menzaron a bajar.
Cuando Uchutikan había  silbado ya dos veces, Kuillur en la desesperación de llegar pronto a la tierra abrió los ojos, pero    fue a caer sobre una laguna. El diablillo, llegando a la tierra, después de haber perdido la red en que venía Kuillur, fue a avisar a Dusiru sobre lo sucedido  indicándole de paso que le busque.

Duciru, llorando por la desaparición de  su hermano, se puso a buscarlo llamándole: ¿dónde estás? en donde estás,   hermano?, repetía. Cansado de  tanto caminar y gritar por su nombre de vez en cuando se puso a buscar hongos  comestibles para calmar el hambre; al  tirar de uno de ellos se oyó un débil  quejido:- Ayau! Era Kuillur que convirtió sus orejas en hongos    a fin de librarse de los animales voraces. Sin poderle sacarle del agujero del árbol llamó a un pájaro carpintero y, luego de regalarle una telita roja para adornar su pecho y su cabecita,  le suplicó que agrandara el agujero. Así lo hizo el ave hasta cuando pudo sacar a Kuillur. Finalmente, libres ambos hermanos fueron a buscar  la piedra o el comedero del águila,  la cubrieron de pungara “brea” líquida y se pusieron un lado a esperar los acontecimientos. Cuando llegó el rapaz se posó en el comedero, pero cuando los hermanos comenzaron a gritar; Rumi, rumi, piedra piedra!, el águila que no podía desprenderse de la roca a causa de la brea líquida, fue poco a poco convirtiéndose en piedra. De esta forma el mundo se libro de esta enorme águila.

Parte VI: Kuillur y Duciru Atrapan y Matan una Boa “Amarun”

LA BOA “AMARUN” GIGANTE DE PINDUC

Estos gemelos, se dieron a la tarea de ayudar a la gente, ya contra los pumas, ya contra las águilas “Anga”, ya contra la boa “Amarun” que eran las bestias que más víctimas cobraban. Plantearon matar a la gran boa come-gente que vivía cerca de un poblado, a orillas del río Pinduc. La anaconda vivía en una caverna de donde pasaba al poblado a través de un corredor estrecho.
Los dos gemelos dándose cuenta del pasadizo en la salida del mismo, armaron una trampa consistente en un nudo corredizo cuando la boa se aprestaba para sus correrías que tanto mal hacían a la gente del poblado, los hermanos hicieron caer sobre ella la trampa y un nudo apretó la garganta del monstruo. Contentos comenzaron a gritar: Rumi, rumi, pindictig, pindictig ; piedra, piedra. Poco a poco esta enorme boa, al conjuro de estas palabras, fue convirtiéndose en piedra.

De esta forma los hermanos ayudaron a la gente a librarse de una peligrosa enemiga.

Parte V: Kuillur y Duciru Matan a un Enorme Puma Asesino

EL PUMA  GIGANTE DE LAS GALERAS

Cuentan que en los tiempos antiguos existía un puma gigante que mataba a las personas que vivían en los alrededores del Monte Galeras. Los gemelos Kuillur y Duciru se propusieron en hacerlo desaparecer y para ello pensaron en un ingenioso plan. Consiguieron un pingullo “flauta,” y empezaron a entonar hermosas y encantadoras melodías. Al puma lo trataban con mucha estima tratando de persuadirlo a que él los siga, le decían “venga abuelito vamos a un lugar muy lindo para vivir, todo lo que tenemos allí será suyo”. Pero el puma no accedía  fácilmente a esta invitación engañosa.
Pero, Kuillur y Duciru continuaban tocando unas hermosas melodías con sus pingullos, aunque ellos insistían en aquello,  el puma se resistía a caminar, a paso lento llegaron e ingresaron a una cueva, prevista de antemano en el Monte Galeras.
Ya adentro, los gemelos invitaron al puma a que intentara entonar el pingullo; Kuillur y Duciru salieron de la cueva sin que el puma se diera cuenta;  mientras el puma intentaba entonar su música, mientras tanto él les preguntaba “suena bien”. Los gemelos respondían “si suena muy bien abuelito, continúe con su música”.
Casi al final de su tonadilla, Duciru empujo una enorme piedra a la entrada de la cueva. El puma al darse cuenta que se encontraba atrapado empezó a saltar y rugir provocando fuertes sacudones al Monte Galeras.
En esos momentos, Kuillur pronuncia las palabras mágicas: Rumi, rumi; piedra, piedra “y en piedra te convertirás”. El tigre desesperado, tratando de salir en el último momento solo alcanzo a sacar una parte de la mano hacia afuera. Pero en ese instante el conjuro de estos mellizos hizo efecto y el puma se convirtió en una sola roca.

De allí se dice que la mano del puma asoma afuera del Monte Galeras. Las personas que llegan o pasan por el Monte Galeras dicen escuchar sus rugidos y sentir su ferocidad. Además, se cree, que en el final de los tiempos “El fin del Mundo” el puma saldrá de su encierro.